El empleo de personas en situación de vulnerabilidad en 2019 ha aumentado en el entorno de GIZATEA un 19%, manteniéndose la tendencia positiva de los últimos 4 años

Por Gizatea

el 23-06-2020

  • La presidenta de la entidad, Mari Jose Rodrigo, acompañada por Leire Álvarez de Eulate, gerente, y por la consejera Beatriz Artolazabal, presenta la Memoria Social de GIZATEA, los principales datos de las empresas de inserción y sus retos de futuro en plena crisis del COVID-19. 
  • La Asociación de Empresas de Inserción del País Vasco, empresas que trabajan por la inclusión sociolaboral de personas en situación de vulnerabilidad, tiene el respaldo del Gobierno vasco
  • El empleo de personas en situación de vulnerabilidad aumenta un 19% en 2019, hasta las 836 trabajadoras, siendo el año en el que más empleo de inserción se ha generado; el 61% de estos empleos están ocupados por mujeres
  • El 63% de las personas que finalizaron el itinerario de inserción en 2019 se incorporó al empleo ordinario

Vitoria- Gasteiz 22 06 20 

La Presidenta de GIZATEA – Asociación de Empresas de Inserción del País Vasco, María José Rodrigo, ha indicado que “el 63% de las personas trabajadoras de las empresas de inserción social, que han finalizado su itinerario en 2019, se han incorporado al mercado laboral ordinario. El empleo de personas en situación de vulnerabilidad ha aumentado un 19% en 2018: 836 personas trabajadoras en empresas de inserción o 1.368 empleos en total si sumamos los empleos ordinarios. Todo ello significa más cohesión social”.

“Detrás de estas cifras hay personas y la tendencia positiva en la creación de empleo para las personas con más dificultades que se ha producido en los últimos 4 años supone una mayor inclusión y cohesión social. El apoyo al sector por parte del Gobierno Vasco es clave y se hace especialmente necesario en la coyuntura actual de crisis sanitaria provocada por el COVID19 y de incertidumbre sobre la evolución a medio plazo de la economía y el empleo” ha señalado Rodrigo.

Junto a María José Rodrigo y Leire Álvarez de Eulate, presidenta y gerente de GIZATEA, Beatriz Artolazabal ha presentado la Memoria Social de GIZATEA de 2019. Según Artolazabal “los datos de 2019 confirman que se trata de un sector en crecimiento, que contribuye a una Euskadi más cohesionada. Los datos de las empresas que integran GIZATEA, ofrecen un buen balance de su actividad con cifras que confirman que estamos en el camino adecuado para conseguir la inclusión laboral de las personas en situación de vulnerabilidad. No obstante, en la coyuntura actual, de crisis provocada por el COVID-19 debemos continuar trabajando conjuntamente para paliar el impacto que esta crisis puede tener sobre el sector y consecuentemente sobre las personas más vulnerables”.

Oportunidades

GIZATEA–Asociación de Empresas de Inserción del País Vasco, agrupa a 43 empresas cuya finalidad es generar oportunidades de empleo para personas en situación o riesgo de exclusión social. Estos datos, por cuarto año consecutivo tras los años más duros de la crisis de 2008, muestran una clara evolución positiva en los principales indicadores económicos y sociales.

Estas empresas generaron, en 2019, 1.368 empleos, de los cuales 836 (61%) fueron empleos de inserción siendo el año que más empleo de inserción se ha generado. El conjunto de empresas socias de Gizatea son un referente en al ámbito estatal, concentrando más del 25% del empleo de las empresas de inserción del Estado.

“Nuestro objetivo principal se centra en mejorar la empleabilidad y la calidad de vida de las personas en situación de vulnerabilidad y para ello trabajamos, no solo con las personas sino también con la sociedad en su conjunto: instituciones, agentes sociales, empresas y universidades para fomentar entornos laborales inclusivos, que ofrezcan oportunidades para todas las personas”, ha subrayado la presidenta de Gizatea en la rueda de prensa. “Y todo esto lo hacemos a través de la colaboración y el trabajo en red”

GIZATEA realiza una labor de sensibilización del sector empresarial ordinario, con el objetivo de generar alianzas y detectar oportunidades para la colaboración que den lugar a la creación de nuevos puestos de trabajo en las empresas de inserción existentes, a la creación de nuevas empresas, así como a aumentar la cantidad y calidad del tránsito de las personas al empleo ordinario.

En 2019, el 63% de las personas que finalizaron su itinerario en las empresas de inserción vascas se incorporaron a un empleo ordinario, dato que avala que las empresas de inserción son uno de los instrumentos de las políticas de empleo con tasas de inserción más elevadas.

En cuanto a los datos económicos, las empresas de inserción vascas han aumentado sus ingresos en 2019, superando los 32 millones de euros, de los cuales 23 millones son por facturación de bienes o servicios, principalmente a clientela privada (77%) y un 23% al sector público, porcentaje que se ha visto incrementado en un 5% en el último año.

Retorno de inversiones

Además, un elemento diferencial de las empresas de inserción respecto a otros instrumentos de las políticas activas de empleo y otros mecanismos de lucha contra la pobreza radica en que no consumen recursos económicos a fondo perdido, sino que la inversión pública produce un retorno a la sociedad tanto a nivel fiscal (vía impuesto de actividad económica, IRPF) como económico (reduciendo el número de personas en desempleo que reciben prestaciones y dinamizando la economía) y en términos de cohesión y justicia social. Así, en 2019 el retorno por puesto de inserción fue de 8.970,43 €. En términos globales, el retorno por el conjunto de puestos de inserción en las empresas de inserción vascas asociadas a Gizatea durante 2019 fue de 2.593.268,71 € euros.

Las empresas de inserción son iniciativas económicas de carácter no lucrativo, impulsadas por entidades especializadas en el ámbito del empleo y la inclusión social. Tal y como han explicado los responsables de GIZATEA, operan en el mercado como cualquier empresa y a través de un itinerario personalizado de acompañamiento social y de formación–de no más de tres años de duración- mejoran la empleabilidad y consiguen la inserción sociolaboral de personas desempleadas en riesgo de exclusión social.

Fuente: Irekia