el 23-01-2012
Pormu Koop. Elk Txikiari buruz El Paisek argitaratutako erreportaia (gaztelaniaz).
En 2009, Iurreta, un pequeño pueblo de la provincia de Vizcaya, vio nacer la empresa Repara tu Vehículo, un nuevo concepto de taller mecánico en el que, facilitando la compañía materiales, instrumental y expertos, cada uno se ocupa de la reparación de su propio vehículo. Gaizka Muguerza, fundador de la empresa, que hoy cuenta con tres centros en el País Vasco “y planes de expansión, a través de franquiciados, para este mismo año por el resto de España”, explica que la filosofía del negocio es “ofrecer un espacio en el que el conductor disponga, por un precio módico, de un lugar donde reparar su vehículo, sin esperas y sin un alto coste, pues uno mismo puede adquirir allí todo lo que necesite”.
Con solo pasarse por uno de los talleres, se percibe que todo está pensado para que, con unos conocimientos mínimos de mecánica, cualquier manitas pueda reparar amortiguadores y frenos o cambiar escobillas, baterías, filtros, líquidos y neumáticos, “básicamente operaciones de mantenimiento del automóvil o las revisiones habituales antes de salir vacaciones con el coche”. Además, quien necesite ayuda la encontrará en el personal que allí trabaja. Tal y como explica Gaizka, los trabajadores de Repara tu Vehículo, por sus características personales, conforman gran parte del ADN de la firma. “Queríamos poner nuestro granito de arena para tener una sociedad mejor. Por eso, el 70% de nuestra plantilla lo componen personas en riesgo de exclusión social, que tienen una difícil salida al mercado laboral y a las que formamos para que puedan tener un futuro”.
Dedicado durante varios años al trabajo en el área de ventas, la falta de motivación llevó a Gaizka a buscar una salida laboral. “Después de trabajar para terceros, pensé que había llegado el momento de emprender mi propio proyecto. Desde hacía tiempo tenía varías ideas en la cabeza, así que, tras sopesarlas, me decidí por una de ellas, la que dio lugar a Repara tu Vehículo”, cuenta.
Cuando el emprendedor repite una y otra vez la palabra motivación, alude tanto a su propia filosofía de vida como a la política de empresa que ha creado. “Lo aplicamos tanto al mantenimiento de los espacios de trabajo, que queremos tener siempre limpios y luminosos, para que apetezca trabajar en ellos, como a la elección de nuestros franquiciados. No nos interesan personas que tengan dinero y simplemente quieran invertirlo. Queremos trabajar con franquiciados que se impliquen en la gestión del negocio”.
Gaizka sabía desde el principio el tipo de compañía que quería, “por supuesto que lo primero era ser rentables, y lo conseguimos facturando por taller y en el primer año de funcionamiento unos 150.000 euros. Una vez logrado, pudimos elegir entre preocuparnos solo de vender u optar por una empresa más social”. Que es lo que eligieron. “Yo he trabajado para varias multinacionales cuyo objetivo es conseguir la venta por encima de todo. Sé lo que afecta eso a la calidad de los empleos, a las ganas de hacer las cosas bien por parte de los trabajadores. No quería eso para mi empresa. No creo que uno tenga que ver como un martirio el tener que levantarse cada día para ir a trabajar”.
El emprendedor es una persona muy observadora. Y de esa observación surgió, por ejemplo, la decisión de no ubicar los talleres en polígonos industriales. “Cuando trabajaba en ventas, me di cuenta de que, si exceptuamos los profesionales que van allí a trabajar, los polígonos no suelen ser lugares de paso, y así es muy difícil atraer clientes. Queremos llegar a todo el mundo, tanto al que viene por ahorrarse un dinero (ofrecemos entre un 55%-70% de ahorro sobre una factura media de taller convencional) como a aquel que tiene la mecánica como hobby. Preferimos la entrada de las ciudades y ofrecemos horarios amplios, para dar facilidades a quien solo pueda venir después de su jornada laboral, como hacen la mayoría de clientes”, asegura.
Eso sí, que quede claro que en Repara tu Vehículo no nos van a arreglar el coche si no somos capaces de hacerlo nosotros. Si esto sucede, nos remitirán a un taller de los de toda la vida.
Fuente: El País