el 17-09-2021
La Vicepresidenta de GIZATEA – Asociación de Empresas de Inserción del País Vasco, Iune Polo, ha presentado los datos económicos y sociales agregados de las 41 empresas de inserción integradas en Gizatea en 2020 en un año complejo marcado por la pandemia de la Covid-19. “Si algo nos ha ratificado la pandemia es la importancia de poner a las personas en el centro, algo que siempre ha formado parte de la forma de ser de las empresas de inserción”, ha subrayado la vicepresidenta de Gizatea en la rueda de prensa.
La Vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, quien ha acompañado a las responsables de Gizatea en el acto de presentación de su memoria anual, ha asegurado que “no buscamos volver a la situación previa a la pandemia”, si no que “queremos salir con una sociedad más justa, más solidaria y más igual en la que no dejemos a nadie atrás”. Para ello, “contamos con todos, y muy especialmente con las empresas de inserción”.
Memoria Social
GIZATEA–Asociación de Empresas de Inserción del País Vasco, agrupa a 41 empresas cuya finalidad es generar oportunidades de empleo para personas en situación o riesgo de exclusión social.
En 2020, como consecuencia de la crisis sanitaria, social y económica derivada de la pandemia, la evolución positiva que se venía registrando en los últimos ejercicios en los principales indicadores económicos y sociales de las empresas, se ha visto frenada. Polo ha señalado que, a pesar de ello, “la pandemia ha puesto a prueba la resiliencia de nuestras empresas, las cuales, mantienen su claro compromiso con el empleo inclusivo y de calidad de las personas en situación o riesgo de exclusión”. Así, las empresas de inserción asociadas a Gizatea han empleado a 1.165 personas, el 60% de las cuales, 697, estaban en procesos de inserción.
La Vicepresidenta de Gizatea, ha indicado que “el 45% de las personas trabajadoras de las empresas de inserción social que han finalizado su itinerario en 2020, se han incorporado al mercado laboral ordinario. Dadas las circunstancias del año pasado, en un contexto en el que el mercado laboral ha destruido empleo, no nos parece un mal dato”.
En cuanto a los datos económicos, los ingresos del conjunto de empresas de inserción vascas superaron los 27 millones de euros, de los cuales, 19 millones fueron por facturación de bienes y servicios. Las ventas continúan siendo la principal fuente de ingresos de las empresas de inserción. Como ha asegurado Iune Polo, esto es “indicador de la autonomía y presencia en el mercado como pequeñas y medianas empresas”.
Además, un elemento diferencial de las empresas de inserción respecto a otros instrumentos de las políticas activas de empleo y otros mecanismos de lucha contra la pobreza radica en que no consumen recursos económicos a fondo perdido, sino que la inversión pública produce un retorno a la sociedad tanto a nivel fiscal (vía impuesto de actividad económica, IRPF) como económico (reduciendo el número de personas en desempleo que reciben prestaciones y dinamizando la economía) y en términos de cohesión y justicia social. Así, en 2020 el retorno por puesto de inserción fue de 8.308,96 €, que en términos globales supone un retorno total de 3.928.643,95 € euros.
Puedes descargar la Memoria Social 2020 aqui:
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